El Delta X permite añadir manualmente señales que no están incluidas por defecto en la configuración del país. Esta función resulta esencial cuando se trabaja en entornos complejos o con tecnologías específicas como Globalstar, Inmarsat, Thuraya, redes LoRa o bandas ISM. Para hacerlo correctamente, es importante comprender algunos conceptos técnicos como el uplink y el valor dBm, que permiten identificar si una señal es sospechosa o esperable.
Tabla de Contenidos
- ¿Qué son las señales no incluidas por defecto?
- Diferencia entre uplink, downlink y shared
- ¿Qué significa dBm y cómo se configura adecuadamente?
- ¿Por qué hay que añadir señales manualmente?
- Cómo añadir nuevas frecuencias al Delta X
- Conclusiones sobre la gestión de señales no estándar
¿Qué son las señales no incluidas por defecto?
Cuando se configura por primera vez el Delta X, el sistema carga automáticamente una base de datos de señales legalmente utilizadas en la región seleccionada. Sin embargo, esta base no siempre incluye todas las frecuencias posibles, especialmente si se trabaja con tecnologías satelitales, industriales o sistemas especiales no regulados en todos los países.
Algunas de estas señales “fuera de catálogo” incluyen servicios como Globalstar, Inmarsat, Thuraya o tecnologías IoT como LoRa y frecuencias ISM (como las bandas 868 MHz o 433 MHz). Si no se añaden manualmente, estas transmisiones podrían generar confusión en el operador o incluso pasar desapercibidas si el sistema no las marca como relevantes.
Diferencia entre uplink, downlink y shared
¿Qué es uplink?
El uplink representa la transmisión de datos desde un dispositivo hacia una torre terrestre, estación base o satélite. En tareas TSCM, detectar un uplink es especialmente relevante porque indica que un equipo está emitiendo. Esto puede señalar la presencia de un micrófono GSM, una baliza GPS satelital o cualquier otro dispositivo espía que envía información al exterior.
Por ejemplo, una baliza GPS puede activar su módulo de transmisión cada 5 minutos y emitir un paquete de datos hacia un satélite (como Globalstar) sin necesidad de tarjeta SIM. Esta emisión de breve duración es un claro caso de uplink. Otro ejemplo sería un micrófono encendido que, al detectar sonido, activa la transmisión por red móvil para enviar el audio en tiempo real.
¿Qué es downlink?
El downlink es la señal que el dispositivo recibe desde el exterior. Puede tratarse de comandos de activación remota, señales de sincronización o transmisión continua de datos desde infraestructuras como antenas móviles o emisores digitales.
Por ejemplo, un teléfono móvil recibe constantemente datos de la red mediante downlink, como actualizaciones de red o mensajes de control. De igual forma, un receptor GPS escucha de manera pasiva las señales de los satélites para calcular su posición, lo que también se considera downlink, aunque no implique transmisión activa desde el dispositivo.
En la práctica, detectar únicamente downlink no implica necesariamente una amenaza, pero sí ayuda a contextualizar las señales legítimas del entorno y a descartar falsas alarmas.
¿Qué es shared?
El término shared hace referencia a frecuencias compartidas, es decir, bandas que pueden utilizarse tanto para uplink como para downlink, dependiendo de la tecnología o el contexto de uso. Estas frecuencias mixtas son comunes en sistemas IoT, redes LoRa, bandas ISM o incluso ciertos servicios satelitales bidireccionales.
Por ejemplo, la banda ISM 868 MHz puede utilizarse para que un sensor medioambiental envíe datos (uplink) y reciba instrucciones (downlink), todo dentro de la misma franja. Otro caso sería un sistema de videovigilancia inalámbrico que emplea una frecuencia compartida para transmitir vídeo y recibir comandos de control desde el operador.
La detección de actividad en bandas shared requiere especial atención, ya que el mismo pico puede representar una emisión saliente o entrante. Por ello, el Delta X permite etiquetar estas señales y analizarlas por su comportamiento temporal, potencia e interferencia relativa.
¿Qué significa dBm y cómo se configura adecuadamente?
El dBm es una unidad que mide la potencia de una señal de radiofrecuencia en relación a 1 milivatio. A diferencia de los valores en vatios o milivatios absolutos, el dBm se expresa en escala logarítmica, lo que facilita la representación de niveles muy altos o muy bajos de potencia en el análisis espectral.
En el contexto del Delta X, interpretar correctamente el nivel de dBm es fundamental para diferenciar señales relevantes de ruido ambiental. Por ejemplo, una transmisión espía podría detectarse con -45 dBm en un entorno tranquilo, mientras que el fondo normal del espectro suele encontrarse por debajo de los -80 dBm.
El Delta X permite establecer umbrales visuales y operativos en función del nivel de potencia. Si una señal supera el umbral configurado, el sistema la marcará como un evento sospechoso o la resaltará en el espectro.
Configuración del umbral de potencia
Desde el menú de configuración avanzada, el operador puede ajustar el umbral mínimo de dBm a partir del cual se deben registrar o destacar las señales. Este ajuste puede hacerse por bandas o de forma global. Por ejemplo:
- -70 dBm: para entornos urbanos ruidosos, donde se desea detectar solo señales intensas.
- -85 dBm: para auditorías en zonas silenciosas o protegidas, donde interesa captar incluso las emisiones más débiles.
También es posible configurar alertas automáticas cuando una señal supera un cierto valor de dBm durante un tiempo determinado. Esta función es útil para registrar transmisiones intermitentes que podrían pasar desapercibidas visualmente.
Interpretación contextual del dBm
El valor absoluto del dBm no siempre indica si una señal es peligrosa o no. Lo importante es el comportamiento relativo: si una señal aparece por encima del umbral y no forma parte de las señales conocidas del entorno, merece ser investigada. En cambio, una emisión potente pero constante, como una emisora de radio FM, puede ignorarse si está registrada en la base de datos.
Gracias al uso del dBm, el Delta X ofrece una medición objetiva y estandarizada que permite comparar resultados entre auditorías, generar informes técnicos detallados y justificar decisiones ante terceros.
¿Por qué hay que añadir señales manualmente?
Aunque el Delta X cuenta con una base de datos de señales autorizadas, su eficacia depende de lo actualizada y adaptada que esté esa información al entorno real de trabajo. En determinadas zonas geográficas o escenarios operativos, pueden encontrarse tecnologías que no están recogidas por defecto en el sistema, como redes privadas LoRa, enlaces industriales ISM, estaciones satelitales regionales o sistemas militares de comunicaciones.
Si estas señales no se añaden manualmente, el operador podría interpretarlas como una amenaza cuando en realidad forman parte de la infraestructura local, o al contrario, pasar por alto una transmisión que sí representa un riesgo, simplemente porque no está documentada. Añadir estas señales permite afinar la detección y reducir los falsos positivos, mejorando la capacidad de respuesta y aumentando la fiabilidad de los informes generados.
Cómo añadir nuevas frecuencias al Delta X
Acceso al menú de configuración
Desde la pantalla principal, el operador debe acceder al menú de configuración y seleccionar la opción “Bandas”. Allí se encuentra el listado de todas las frecuencias previamente almacenadas o registradas por el sistema.
Registro manual de la nueva señal
Al pulsar “Añadir nueva señal”, se abre una ventana donde introducir los datos básicos, tales como:
- Rango de frecuencia exacta (por ejemplo, 1610 - 1626,5 MHz para el uplink de Globalstar)
- Descripción o nombre (ejemplo: “Globalstar”)
- Intensidad dBm estimada (ejemplo: -15 dBm)
- Tipo de señal: uplink, downlink, shared
Si se trata de una frecuencia que puede ser utilizada por rastreadores GPS, es fundamental activar las opciones “Detección de rastreadores GPS” y marcarla como “Alta prioridad”. Esta configuración permitirá que la señal aparezca resaltada automáticamente cuando se utilice el modo de análisis específico para balizas GPS, facilitando así su detección en tiempo real.
Por ejemplo, la frecuencia 1616 MHz, correspondiente al uplink de los dispositivos satelitales Globalstar, no está incluida por defecto en la base de datos. Si no se añade manualmente y se marca como relevante para rastreadores, el Delta X no la identificará como una amenaza durante un barrido. Al introducirla como señal conocida, activando además el modo GPS y la prioridad alta, el sistema generará una alerta visual cuando esa frecuencia sea detectada.
Una vez completado este formulario, la señal quedará registrada en la base de datos activa. No volverá a marcarse como sospechosa durante futuros análisis, salvo que modifique su comportamiento de forma anómala o se haya activado un nuevo perfil de barrido.
Frecuencias recomendadas para registrar manualmente
A continuación, se muestra una tabla con ejemplos de frecuencias que se recomienda introducir manualmente en el Delta X, especialmente en auditorías técnicas que incluyan entornos satelitales, industriales o con tecnologías IoT como SigFox:
Tecnología | Frecuencia (MHz) | Tipo de Enlace | Potencia Estimada (dBm) | ¿Usada en rastreadores GPS? |
---|---|---|---|---|
Globalstar | 1610 – 1626.5 | Uplink | -85 | Sí |
Inmarsat / Thuraya | 1626.5 – 1660.5 | Uplink | -80 | Sí |
ISM 433 MHz | 433.05 – 434.79 | Shared | -70 | No |
ISM 868 MHz (LoRa, SigFox, etc) | 863 – 870 | Shared | -80 | Sí |
Estas frecuencias permiten al Delta X trabajar con mayor precisión en entornos donde las señales no estándar pueden generar confusión. Al introducirlas correctamente, el sistema podrá identificarlas, clasificarlas y, si es necesario, alertar sobre su aparición con base en su comportamiento.
Identificar el operador móvil de un rastreador GPS 4G
Una de las funciones más avanzadas del Delta X es su capacidad para detectar no solo la presencia de un localizador GPS 4G, sino también determinar a qué operador móvil pertenece la tarjeta SIM que utiliza. Esto se consigue analizando el rango exacto de uplink donde se produce la transmisión. Cada operador dispone de bloques de frecuencia específicos que el Delta X puede identificar fácilmente durante un barrido espectral.
Tecnología | Banda (MHz) | Operador | Rango Uplink (MHz) | Ancho de Banda (MHz) |
---|---|---|---|---|
3G | 2100 | Movistar | 1920 – 1935 | 15 |
3G | 2100 | Vodafone | 1935 – 1950 | 15 |
3G | 2100 | Orange | 1950 – 1965 | 15 |
4G | 800 | Movistar | 832 – 842 | 10 |
4G | 800 | Vodafone | 842 – 852 | 10 |
4G | 800 | Orange | 852 – 862 | 10 |
4G | 1800 | Movistar | 1710 – 1730 | 20 |
4G | 1800 | Vodafone | 1730 – 1750 | 20 |
4G | 1800 | Orange | 1750 – 1770 | 20 |
5G | 700 | Movistar | 703 – 713 | 10 |
5G | 700 | Vodafone | 713 – 723 | 10 |
5G | 700 | Orange | 723 – 733 | 10 |
Por ejemplo, si durante un análisis el Delta X detecta una señal en el rango 832 – 842 MHz, es posible asociarla con una tarjeta SIM del operador Movistar. Lo mismo sucede si la transmisión aparece entre 842 – 852 MHz (Vodafone) o entre 852 – 862 MHz (Orange). Este nivel de precisión solo se alcanza si los rangos de uplink de cada operador han sido añadidos manualmente en el sistema como señales conocidas.
Registrar estos rangos de forma individualizada es fundamental. Si se configura un bloque amplio, como 832 – 862 MHz de manera genérica, el Delta X detectará la señal, pero no podrá identificar visualmente a qué operador pertenece. En cambio, con rangos específicos y correctamente etiquetados, el sistema mostrará inmediatamente si la emisión procede de una SIM de Movistar, Vodafone u Orange, lo que resulta clave para reducir la incertidumbre en el análisis.
Esta funcionalidad convierte al Delta X en una herramienta de análisis estratégico, capaz de detectar dispositivos espía y al mismo tiempo contextualizar el origen de la comunicación. En una auditoría técnica, una investigación pericial o un procedimiento judicial, contar con un registro detallado que incluya la frecuencia exacta, el momento de la transmisión, su duración y el operador implicado puede marcar la diferencia entre una simple sospecha y una prueba técnica sólida y verificable.
Conclusiones sobre la gestión de señales no estándar
Una función avanzada que mejora la precisión del análisis
La capacidad de añadir señales no incluidas por defecto es uno de los aspectos más potentes del Delta X. Lejos de ser una limitación, esta característica permite adaptar el sistema a cualquier entorno operativo, desde zonas urbanas densas hasta instalaciones críticas con tecnologías especiales.
Comprender la diferencia entre uplink y downlink, interpretar correctamente los niveles en dBm y saber cómo registrar nuevas señales es lo que convierte a un operador en un técnico TSCM cualificado. Gracias a estas funciones, el Delta X no solo detecta amenazas: aprende y se adapta a cada entorno con precisión quirúrgica.
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