Telegram
WhatsApp
¿Te gustaría comprar un inhibidor de frecuencia? Pues que sepas que te enfrentas a una multa desde 500.000€. Infórmate aquí antes de hacerlo.
¿Para qué se usa un inhibidor de frecuencia?
Un inhibidor de frecuencia no es difícil de encontrar en el mercado. Pero nuestra legislación establece que solo se pueden usar por motivos de seguridad, por lo que a nivel particular están totalmente prohibidos.
La finalidad principal de estos aparatos es impedir las comunicaciones, de ahí que su uso sólo esté permitido a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y las Administraciones. Es más, saltarse la prohibición puede tener importantes consecuencias. La Ley General de Telecomunicaciones prevé sanciones que pueden llegar hasta los 20 millones de euros en los casos más graves.
Lo que ocurre es que hoy en día es relativamente fácil encontrar en el mercado inhibidores de frecuencia. Los usan los amigos de lo ajeno para inhabilitar las alarmas de casas y negocios antes de entrar a robar. Pero también aquellos que se consideran más "legales" están tentados a utilizarlos para anular la señal de los radares de carretera y por tanto no ser sancionados si exceden los límites de velocidad.
Cabría pensar que si no buscamos un fin ilícito podríamos llegar a utilizarlos. Por ejemplo si queremos mantener nuestra casa aislada de señales externas, pero la legislación actual tampoco lo permite
¿Cómo funciona un inhibidor de frecuencia?
Para entender por qué estos aparatos están prohibidos es importante comprender cómo funcionan.
El objetivo es impedir las comunicaciones en determinadas frecuencias. A fin de conseguirlo se introduce ruido en la frecuencia que se quiere obstruir. Esa información satura la banda e impide que las comunicaciones se puedan desarrollar con normalidad.
Aunque hay inhibidores de muchos tamaños y tipos, todos funcionan básicamente igual. Es un circuito que tiene un oscilador que genera la señal, un generador de ruido y una etapa de ganancia que se encarga de dar potencia a la señal, así como una o varias antenas que transmiten el ruido a la frecuencia a bloquear.
Lo que se hace es simular un ataque DDoS y así se consigue anular aparatos tan habituales como los móviles, los GPS, los infrarrojos y el BlueTooth. Incluso existen dispositivos capaces de anular los radares de velocidad.
¿Dónde comprar un inhibidor de frecuencia?
Internet es un gran canal de información y también un gran mercado. Desafortunadamente, también es posible encontrar en la Red productos y dispositivos cuya venta al público no está permitida.
Esto es justo lo que ocurre con los inhibidores. Con una sencilla búsqueda en Google puedes encontrar diferentes webs que te ofrecen un dispositivo de este tipo.
Como luego veremos, el uso de estos aparatos solo está permitido en casos muy concretos, y bajo ninguna circunstancia se autoriza su utilización por particulares.
Las tiendas que venden inhibidores conocen a la perfección la legislación sobre el tema, pero juegan con el hecho de que los interesados no saben tanto sobre la legalidad o ilegalidad de estos aparatos.
Muchas tiendas se amparan en que venden inhibidores para que cualquiera pueda darles un uso privado. Alegando que si los usas en tu casa para evitar la llegada de señales desde el exterior no existe ningún problema, pero esto es mentira.
¿Son legales los inhibidores de frecuencia?
Ha quedado demostrado que la mayoría de las veces que se quiere usar un dispositivo de este tipo es con fines no demasiado claros o legales, por eso se ha regulado su utilización.
A día de hoy nuestra legislación establece que el inhibidor de frecuencia solamente pueden ser utilizados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y por las Administraciones Públicas Autorizadas y siempre con fines de seguridad.
Todos aquellos usos que excedan de estos que acabamos de señalar se consideran ilegales, pudiendo ser objeto de sanción. Por ejemplo, una Universidad que quiere evitar que sus alumnos usen dispositivos tecnológicos para copiar en los exámenes no lo puede utilizar.
Es la Ley General de Telecomunicaciones la que regula las sanciones que se pueden imponer en estos casos. Si la infracción cometida se considera grave o muy grave, la multa puede ir desde los 500.000 euros hasta los 20 millones de euros.
En los casos que podríamos considerar algo menos graves las multas tampoco son pequeñas. En 2015 se impuso una multa de 6.200€ a un conductor por llevar un inhibidor y un detector de radares en su vehículo.
Y esto no ocurre solo en España, tanto en el resto de la Unión Europea como en Estados Unidos el uso de inhibidores por particulares está totalmente prohibido y se han establecido importantes sanciones para el caso de incumplimiento de la prohibición legal.
¿Cómo detectar un inhibidor de frecuencias?
Si hay un inhibidor de señal cerca de nosotros lo vamos a notar rápidamente. Lo normal es que nuestro teléfono se quede sin señal y no podamos ni navegar por Internet ni tan siquiera realizar una llamada telefónica.
También podemos notarlo en nuestro coche, si al intentar usar el cierre centralizado nuestro mando no responde y no se trata de un problema relacionado con las pilas.
Si notas que tus dispositivos electrónicos no funcionan bien y no hay motivo aparente para ello, es posible que estés dentro del radio de acción de un inhibidor de frecuencia.
Conoce la legalidad y evita sanciones
El desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento, pero está claro que si conoces la legislación vigente te resultará mucho más sencillo mantenerte dentro de los márgenes legales.
Ahora que ya sabes que no hay motivo alguno que justifique que utilices un inhibidor de frecuencia, ni aunque sea en tu casa, es mucho mejor que te abstengas de comprar uno y utilizarlo.
No te fíes de lo que veas en las webs que intentan vender estos dispositivos. No olvides que el uso de inhibidores de frecuencia está totalmente prohibido. Solo pueden ser usados por motivos de seguridad por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y Administraciones Públicas autorizadas.
Además, si todavía tienes la tentación de llegar a usar uno, recuerda que las multas previstas en estos casos son realmente altas, porque impedir las comunicaciones por vía telemática es algo verdaderamente grave.